Si alguna vez te han pillado en plena conversación con tu perro y te has avergonzado… ¡mal hecho! Según el estudio de Nicholas Epley, de la Universidad de Chicago, hablar con tu mascota es un signo de tu inteligencia, creatividad e imaginación.
Establecer diálogos con tu perro forma parte de un mecanismo llamado antropomorfismo, por el que el ser humano reconoce mentes humanas en su relación con otros seres. Esto parte de una intención innata de identificación y de necesidad de compañía del ser humano. De este modo, aumentas los vínculos con tu mascota y además, ¡prueba que eres inteligente!
La próxima vez que tus amigos te miren condescendientes cuando hables con tu perro… ¡ya puedes decirles que eres más listo que ellos!